martes, 20 de marzo de 2012

Perdiendo contra mi mismo


Estaba aburrido y con mono de echarme una partida  a un juego abstracto y a falta de otro jugador por casa me he decidido a jugar una partida a Omega jugando con ambos bandos. Así que me he sentado en la mesa y colocado el tablero sobre ella. He sorteado los colores y me ha tocado llevar blancas. Porque sí, aunque también llevo las negras hay que meterse en la partida del todo y para eso me imagino que sólo llevo a uno de los jugadores. Raro que es uno.

Pues nada, que termina la partida y me pongo a calcular la puntuación final.

Blancas: 272
Negras: 3560

¡Agárrate los machos!, he perdido contra mi mismo con una puntuación trece veces inferior. Esto no es perder, es  "humillación y alevosía". Tristísimo.


4 comentarios:

  1. Dios, que ejercicio de desdoblamiento.
    ¿De verdad fuiste capaz de jugar igual de imparcial en ambos bandos? Yo lo intentaba con algunos uegos hace años, pero no era capaz.
    Ahora para quitarme el mono recurro a solitarios (Friday, Onirim, Loyang, Agrícola...)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Igual, igual se ve que no. Porque menuda paliza me di.

      Eliminar
  2. Ya sólo te queda coger un wargame y hacer partícipe de tu desdoblada personalidad a tu otro yo (¿o era a tu otro tú?)

    ResponderEliminar
  3. Jajajaja, impagable.

    Yo la verdad es que no juego casi casi nunca solo a los juegos de mesa, porque pa eso aprovecho y me sigo jugando el ICO de la PS3, que ya jugué cuando salió y que estoy saboreando de nuevo ahora. Y cuando me lo acabe le meto mano a otros tantos en cola: Mass Efect, Bioshock 2, etc.

    ResponderEliminar