Con lo siguiente que voy a decir me voy a ganar muchas enemistades: "El Carrom es mejor que el Crokinole".
Si no eres de los que después de leer esa frase se han quedado sin riego sanguíneo debido a que se ha concentrado toda la sangre en la vena del cuello, y tu puño no está incrustado en la pantalla del ordenador. Te diré el por qué de tamaña aseveración. Crokinole es un grandísimo juego para echarse unas partidas cuando vienen unos amigos a casa pero la profundidad del juego no es que sea mucha. Por el contrario Carrom vale para lo mismo y más. Cierto es que es menos inmediato que el Crokinole pero a la que juegas 4 o 5 partidas ya lo dominas decentemente como para que las partidas no se alarguen demasiado y es ahí cuando el juego supera al Crokinole. La habilidad que requiere y las virguerías que se pueden hacer son mucho mayores y una vez tienes cierto tacto con el Carrom, el Crokinole te parece muy básico. Mejor jugarlo con gente que haya jugado tanto como tú.
Love Letter me ha sorprendido mucho ya que esperaba que fuera un truñaco pero es un filler la mar de majo. Aunque es cierto que el juego se quema con facilidad ya que con sólo 16 cartas las formas de jugar son escasas y al final si haces tal cosa es que tienes tal otra. Habrá que probar su continuación, Lost Legacy, que trae el doble de cartas.